No hacemos calcos. Preferimos los mapas.
Es por esto que hemos optado por una improvisación diagramada.
Intentamos construir e imaginar en el encuentro con la pantalla.
Creemos y sentimos que siempre hay un sentido posible en la apuesta a un cine donde el público no sea pasivo: el sentido se construye. Y en el aquí y ahora –en situación- la tríada público/filme/música se ve lanzada a la invención de modos novedosos y potentes.
Es el intento.
Afectar y dejarse afectar.
Algo simple, pero nunca banal.